El Bolsillo Familiar Electrónico (BFE) es un innovador aporte monetario entregado por el Gobierno de Chile a las familias de menores ingresos, destinado a aliviar el alza en el precio de los alimentos producto de la inflación. Mandatado por el Ministerio de Hacienda y desarrollado e implementado por BancoEstado, el BFE consiste en un monto mensual de $13.500 por carga familiar que se transfiere a cada beneficiario en un “bolsillo” digital habilitado en la CuentaRUT de BancoEstado, con la opción de utilizarlo total o parcialmente para comprar en cualquier comercio del rubro “alimentos” que acepte pago con tarjetas. Esto último agrega valor al focalizar los pagos del gobierno a las personas (G2P) ya que su componente digital y la asignación de rubros específicos para las compras, asegura el uso correcto de recursos públicos al impedir el retiro de efectivo.
La masividad del producto CuentaRUT de BancoEstado, con más de 14,6 millones de clientes, el crecimiento exponencial en el uso de canales digitales del banco estatal y su vasta experiencia como medio de pago de beneficios sociales, fue el contexto habilitante de una solución digital de amplia cobertura, disponible en todo el territorio nacional. Así, en abril de 2024, la nómina de receptores del aporte alcanzó 1,7 millones de personas. De ellas, un 97% lo recibió a través del bolsillo digital.
Para recibir el BFE se debe ser parte del 40% más vulnerable de la población según el Registro Social de Hogares, o ser beneficiarios del Subsidio Familiar, Asignación Familiar o Maternal, o del sistema Chile Solidario o Chile Seguridades y Oportunidades.
Desde la iniciativa Digitalización de Pagos de Gobiernos a Personas (G2Px), el Banco Mundial realizó una evaluación de efectividad al BFE en la que destacó entre programas sociales de otros países destinados a la compra de alimentos, como una innovación pública única en su tipo por focalizar el beneficio en rubros específicos y no requerir inversión de los comercios (sólo deben contar con dispositivo POS). También valoró positivamente la concepción autónoma del usuario y sus efectos positivos en la capacidad financiera de las familias de menores ingresos para planificar y ahorrar recursos. Esto se refleja en las opciones de ajustes del BFE, que permite configurar el monto a utilizarse de un 20% a un 100% del valor de las compras, y la opción de pausar y activar el uso del aporte según las necesidades de cada familia.
El impacto social de esta iniciativa también radica en su adaptabilidad ante contextos de emergencia, ofreciendo una respuesta rápida y efectiva de pagos G2P para compras en rubros determinados. Así se creó un Bolsillo de Emergencia a raíz de las inundaciones en la zona centro-sur del país en 2023, beneficiando a más de 14 mil personas afectadas con aportes destinados a la compra de materiales de reconstrucción.
Resultados cuantitativos.
Datos de los resultados conseguidos por la iniciativa hasta la fecha, medibles y con cifras concretas:
La última nómina del BFE (abril de 2024) arrojó un total de 1.754.146 personas beneficiadas con el aporte mensual. De ellas, 1.709.329 recibieron el aporte directamente en el bolsillo digital (97%) y 44.769 fueron pagados de forma presencial (3%).
La herramienta presenta altos niveles de usabilidad. El 92% de las personas beneficiarias usaron el BFE en al menos una compra dentro del mes de abril, y un 70% utilizó el total del monto abonado en el mismo mes.